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Características ecológicas de las especies cosechadas

Rasgos de historia de vida de la especie y parte de la planta cosechada

Los estudios de rasgos de historia de vida y de sus características auto ecológicas en las especies vegetales ha sido relevante en los últimos años porque no solo permiten conocer aspectos de la población sino se logra identificar patrones de las especies a nivel de comunidad, hoy varios autores emplean el termino rasgos (traits) para hacer referencia a los caracteres morfológicos, fenológicos o fisiológicos. Cuando se aprovechan los PFNM, dos factores son relevantes, los cuales influyen en el potencial de aprovechamiento sostenible, estos son: los rasgos de historia de la vida de la planta (i.e. patrones de crecimiento, reproducción, polinización y dispersión y la parte de la planta que se cosecha. Los rasgos de historia de vida en el caso de plantas perennes de larga vida como árboles, arbustos y algunas palmas, así como la extracción de las partes reproductivas como las flores, los frutos y las semillas tiende a tener un potencial muy alto de cosecha sostenible. Por ejemplo, el trabajo de Sampaio y Maës dos Santos (2015) en palmas de Canangucha (Mauritia flexuosa) muestran que hasta el 95% de los frutos de esta palma pueden cosecharse sin causar una disminución de la población. Sin embargo, debe tenerse en cuenta la estructura de la población objeto de estudio. Tasas de aprovechamiento también elevadas se pueden ver en arboles como la nuez de Brasil (Bertholletia excelsa). En especies longevas donde se produce un pequeño número de frutos suelen ser más sensibles a la recolección. Los procesos de aprovechamiento en los que se aumenta la mortalidad de los adultos como suele ser la cosecha de raíces y bulbos, yemas terminales o apicales en palmas o de algunas cortezas puede ocasionar grandes impactos negativos a la población, por lo que la acción para mantener su sostenibilidad deberá ser más rigurosa. Históricamente en Colombia se ha visto que la cosecha por ejemplo de corteza de quina (Cinchona spp.), así como de especies de importancia medicinal como la ipecacuana (Psychotria ipecacuana) que fueron cosechados durante décadas son ejemplo del mal manejo que se le ha dado a estas especies. Otro aspecto clave corresponde a conocer si la especie es monocarpica (florece una sola vez) o pluricarpica (florecen varias veces) pues tendrá mayor impacto su aprovechamiento si la especie es monocarpica. Conocer la forma de propagación de la especie es también importante, si en la recolección de PFNM se da lugar a la mortalidad de adultos como es el caso del Naidí en el aprovechamiento de palmito (Euterpe oleraceae), la capacidad de recuperación de la población puede aumentar bien sea por el carácter cespitoso de la especie o en el caso de varias especies del género Ficus (F. máxima, F. mutisii, F. insipida) en la obtención de Yanchamas si se deja una parte del individuo (tocón o tallo subterráneo) y la especie es un buen rebrotador el impacto del aprovechamiento es menor. Debe tenerse en cuenta que muchas especies longevas (i.e. especies de Lecythidaceae) que no rebrotan muchas veces tienden a poseer menor número de plántula y tener un crecimiento más lento que las especies que no brotan. Muchas especies han logrado distintas respuestas evolutivas para resistir a las perturbaciones naturales, por ejemplo, mediante la generación de rebrotes, lo cual les facilitaría contar con un mayor potencial en los procesos de aprovechamiento. Muchas palmas del sotobosque por ejemplo en las palmas puy (Lepidocarum tenue) y algunas del género Geonoma tienden a ser bastante resistentes a la recolección de hojas por parte de las personas.

Ciclo de vida.

Es importante conocer el ciclo de vida de las plantas. La senescensia (envejecimiento) y muerte en plantas se puede observar bajo distintos aspectos distintos, el primero es cuando alguno de sus tejidos y órganos madura, envejece y muere, como es la caída de hojas, ramas, caída de pétalos de sus flores o caída de los frutos, y el segundo, cuando la planta entera muere. Se conoce como plantas monocárpicas aquellas que mueren después de florecer, es decir completan su ciclo reproductivo y en algunos casos puede ocurrir en solo algunos meses de vida. Algunos ejemplos de plantas monocárpicas son varias gramíneas como el arroz, el trigo o plantas como el fique (Furcraea spp. Asparagaceae) y varios bambusoides y crassulaceas. Por el contrario, las plantas policárpicas se reproducen varias veces, las palmas y muchos árboles y arbustos son policárpicos. Después de la producción de flores, las plantas monocárpicas mueren, mientras que las plantas policárpicas no mueren después de la floración.

Longevidad.

La longevidad de las plantas (generalmente medida en años) es definida como el período de tiempo desde su establecimiento hasta que no quedan partes vivas de ese individuo, este factor está determinado por las características intrínsecas de la planta, aunque las condiciones ambientales sean favorables. Se ha demostrado que, si bien la longevidad máxima es intrínseca, el predominio de plantas de longevidad corta o larga da indicios del régimen climático, de disturbio y de uso de la tierra de un lugar. Por lo que ha sido un factor importante de estudio en la dinámica de las comunidades de plantas. Un factor que se ha podido determinar es que a menudo, las especies más longevas poseen bancos de semillas de corta duración y producen semillas o frutos con bajo potencial de dispersión, por ejemplo, esto se puede ver en muchos árboles de la familia Lecythidaceae y de varias Moraceas. En contraste, las especies efímeras a menudo poseen bancos de semillas muy persistentes y/o alto potencial de dispersión. La longevidad suele clasificarse en:

  • Planta anual: la planta envejece y muere luego de la primera estación de crecimiento (desde semilla), luego de producir semillas, las que podrán propagar una nueva planta en el futuro.
  • Planta bianual: hay crecimiento vegetativo durante la primera temporada; en la segunda temporada producen flores y semillas, seguidas por la senescencia y muerte del tallo y del sistema radical.
  • Planta perenne: el individuo sobrevive por al menos tres estaciones de crecimiento.

    Multiplicación vegetativa (natural).

Conocer la forma o multiplicación vegetativa de la planta es un factor clave para poder establecer lineamientos para su manejo. Debemos recordar que en la multiplicación vegetativa se obtienen plantas idénticas al progenitor, y entre ellas (clones) ya que no hay recombinación de caracteres, es un factor clave para lograr material vegetal pero siempre debe procurarse por tener una variedad genética que garantice a largo plazo la persistencia de las poblaciones objeto de aprovechamiento. Muchos PFNM una vez ha tomado importancia económica entran en la fase de domesticación pues se busca mejorar el producto en aspectos como tamaño del fruto, resistencia a enfermedades, resistencia a estrés hídrico, algunos de estos ejemplos en las últimas décadas son el Camú Camú (Myrciaria dubia), el arazá (Eugenia stipitata) o lo que viene ocurriendo con el asai (Euterpe precatoria), el naidi (Euterpe oleracea) y el agraz (Vaccinium meridionale). Con la multiplicación vegetativa se busca siempre propagar características deseables, al ser individuos clonados (idénticos) su uniformidad es una ventaja para el establecimiento de un cultivo. Las formas más frecuentes que se conocen de multiplicación vegetativa son: Bulbos: corresponde a órganos subterráneos de almacenamiento de nutrientes, desde el punto de vista morfológico es una adaptación de las hojas al almacenamiento de sustancias de reserva (engrosamiento de la vaina con transformación en catáfilas), con modificaciones en él y raíces adventicias. Estos pueden tener yemas laterales, las que durante el período de crecimiento dan origen a nuevos bulbos, denominados bulbillos.

  • Tubérculo: El tubérculo es un tallo subterráneo modificado que almacenan nutrientes de reserva, comúnmente almidón, para que las plantas en un futuro puedan producir ramas, hojas y nuevas estructuras. La reproducción de este tipo de plantas se realiza utilizando en la plantación el mismo tubérculo, que posee yemas en la superficie capaces de rebrotar y originar nuevos ramas y raíces adventicias. El ejemplo más común es el que se da a nivel agrícola con la papa, a nivel de varios PFNM tenemos varias especies del género Oxalis y del género Dioscorea.
  • Cormos: Son tallos engrosados subterráneos, de base hinchada y crecimiento vertical que contiene nudos y abultamientos de los que salen yemas. El cormo se diferencia de un bulbo verdadero porque la base del vástago del tallo es hinchada y cuenta con nudos y entrenudos de los que salen yemas. Adicionalmente posee un disco basal y una túnica, y crece verticalmente. Algunos ejemplos de cormos son los que se obtienen de plantas ornamentales como los gladiolos, la freesia y el crocus. A nivel de especies no maderables el mejor ejemplo de cormo es el que se obtiene de las especies del género Dracontium (Araceae) empleadas como medicinales.
  • Rizomas: Corresponde a un tallo subterráneo con varias yemas que crecen de forma horizontal emitiendo raíces y brotes herbáceos de sus nudos. Carecen de hojas, pero presentan catáfilos a veces en forma de escamas membranosas. Los rizomas tienen un crecimiento indefinido, llegando a cubrir grandes extensiones de terreno debido a que cada año producen nuevos brotes a medida que las primeras ramas van muriendo. Algunas plantas con esta característica pueden ser invasivas, es el caso de la especie conocida como la lengua de suegra (Sansevieria spp.), algunas especies vegetales de importancia no maderable que presentan esta característica son varias especies del género Iris spp. Y varias bambusoides y especies de la familia Marantaceae.
  • Estolones: Son brotes o ramas laterales más o menos delgados que nacen de la base del tallo, en algunas plantas herbáceas y que crecen horizontalmente con respecto al nivel del suelo o subterráneo. Tienen entrenudos largos que generan raíces adventicias. La separación de estos segmentos enraizados da lugar a plantas hijas. El ejemplo más claro es el de la fresa, pero puede encontrarse en el regaliz (Glycyrrhiza glabra) y en varias especies de la familia Cyperaceae y de Juncaceae.
  • Hijuelos: Es un brote lateral que sale de la planta por el tallo principal conoce con el nombre de macolla o macollo y se da en especies como el plátano, y la piña, a de ciertas plantas. Se aplica el término generalmente al tallo engrosado, acortado y con aspecto de roseta. También se nivel de especies no maderables es posible encontrar en especies de la familia Heliconiaceae y algunas bromelias como Aechmea magdalenea.

Multiplicación vegetativa (por el hombre)

Es importante conocer si la especie es viable de multiplicación vegetativa, pues es una de las mejores formas de acercamiento a su domesticación y es clave conocer la forma de propagación de estas, además no es de desconocimiento que estos métodos han sido empleados por el hombre en la agricultura para el manejo. Conocer la forma de propagación vegetativa es un factor clave para adelantar los procesos de domesticación de especies de importancia en PFNM y en el mediano plazo poder implementar sistemas productivos e incorporación de estas especies en procesos de restauración de ecosistemas. Con el pasar de los años en muchos procesos de ensayo error se han logrado identificar e implementar diferentes técnicas de multiplicación vegetativa, dentro de las cuales tenemos: el injerto, estaquillado, acodo y la micropropagación o cultivo in-vitro.

  • Estacas: En este tipo de multiplicación vegetal se emplean trozos de tallos, los cuales colocadosen condiciones ambientales idóneas son capaces de generar nuevas plantas idénticas a la plantamadre. Es una técnica clave de emplear por ejemplo en especies de importancia no maderablescomo es el caso de las Moraceas como la damagua (Poulsenia armata), las yanchamas (Ficus spp.) y de varias Rosaceas de importancia como el mortiño (Hesperomeles spp.) y la guayusa (Ilex guayusa).
  • Acodos: Es un método de propagación el cual busca provocar la formación de raíces adventicias a un tallo que aún se encuentra unido a la planta madre, cuando este se ha enraizado, acodado, se separa para convertirlo en una nueva planta que crece sobre sus propias raíces. La uva caimarona (Macleania rupestris), por ejemplo, se propaga bien por acodos.
  • Micropropagación: La micropropagación consiste en tomar pequeñas secciones del tejido de una planta o estructuras enteras, como yemas, y cultivarlas en condiciones artificiales logrando regenerar plantas completas. Esta técnica es especialmente útil para conservar plantas valiosas, mejorar especies en aquellos casos en que es difícil hacerlo por otros medios (como sucede con muchos árboles), acelerar el mejoramiento de plantas y obtener abundante material vegetal para la investigación