Definiciones y aspectos generales
Los PFNM hoy requieren una nueva mirada que supere aquellas ya identificadas frente a las bondades que presta de lograr la conservación y la generación de un bajo impacto en el aprovechamiento de los bosques naturales, es primordial empezar a mirar estos productos bajo el contexto de la bioeconomía buscando lograr posicionar estos productos y que constituyan una parte importante del PIB de las economías en los distintos países.
Introducción
El término Productos Forestales No Maderables (PFNM) fue introducido en la literatura en 1989 por Beer y McDermott, y en la literatura en inglés figura como Non Timber Forest Products (NTFP). Cuando fue descrito inicialmente por estos autores, lo enmarcaron como la inclusión de diversos recursos que abarca productos exclusivamente obtenidos de bosques primarios, hoy las definiciones son amplias e incluyen una diversidad de recursos, pero haciendo la salvedad que se excluyen aquellos productos que sean obtenidos de tejidos leñosos, tales como madera en cualquiera de sus presentaciones (rollo, tabla) o pulpa.
La diversidad de definiciones frente a estos productos ha sido abordada en distintas instancias, eventos y por diferentes organizaciones incluida la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO- quien desde 1991, emprendió un importante programa de promoción y desarrollo de PFNM con el objetivo de servir de centro de excelencia para el intercambio de información con miras a una mejor utilización de estos productos en apoyo de la ordenación forestal sostenible, la conservación de la diversidad biológica y la mejora de la seguridad alimentaria.
Una buena revisión acerca de la definición puede ser consultada en el artículo de Belcher (2003) quien aborda las diversas definiciones teniendo en cuenta la heterogeneidad de actores y sectores interesados en estos productos, llegando entre otras a la conclusión que el concepto de PFNM es muy desafiante y encarna la opinión de desarrollo sostenible buscando una solución a los problemas de conservación y de desarrollo. Gran parte de las definiciones frente a los PFNM empleadas en la literatura mundial obedece a la heterogeneidad de los diferentes sectores interesados y las diversas disciplinas implicadas en su estudio.
Adicionalmente, Belcher (2003) establece que teniendo en cuenta los diferentes intereses y objetivos, la terminología y el uso del término se encuentra lleno de ambigüedad y en algunos casos de inconsistencias. Sin embargo, el término colectivo ha tenido un propósito muy importante en el sentido de resaltar el valor de una gama de recursos que durante mucho tiempo habían sido no valorados y en la mayoría de los casos subestimados.
Hoy el término “PFNM” está bien establecido en la lengua vernácula y es muy probable que siga siendo de continuo uso, por lo que uno de los aspectos más importante es comprender que estos productos involucran recursos renovables que deben ser desarrollados y articulados a los nuevos contextos económicos de tal manera que logren mejorar los medios de vida de las personas que habitan los bosques y que han mantenido por muchos años las tradiciones y el conocimiento ancestral del uso y manejo de estos productos.
En los últimos años se ha presentado un gran interés de investigación en el campo de los PFNM abarcando distintas aristas y miradas desde campos como la economía, biología de la conservación, la agronomía, la antropología, ciencias sociales en general e incluso desde la parte gastronómica y de la cosmetología; estos últimos han contribuido en gran medida a popularizar y dar a conocer varios de estos productos.
Definición de productos forestales no maderables
Específicamente en esta guía se definen los PFNM como aquellos bienes de origen biológico de la flora silvestre diferentes de la madera, incluidos los hongos y algas, que se producen y cosechan dentro y fuera del bosque natural, en ecosistemas estratégicos o en áreas protegidas y se enfocará en aquellos que crecen de forma silvestre en las coberturas vegetales. Así, esta guía puede ser aplicada a toda la flora silvestre, la cual se define como el conjunto de especies e individuos vegetales del territorio nacional que no se ha plantado o mejorado por el hombre (Presidencia de la República de Colombia, 1974), por lo que se pueden encontrar en diferentes ecosistemas y formaciones vegetales como páramos, sabanas, pajonales, palmares, humedales, bosques y rastrojos (Torres Romero & Casas Caro, 2014). Es importante aclarar que esta guía no abarca las plantaciones, ya que estas se rigen por el Decreto 1532 de 2019 (“Por medio del cual se modifica la Sección 1 del Capítulo 1 del Título 2 de la Parte 2 del Libro 2 y se sustituye la Sección 12 del Capítulo 1 del Título 2 de la Parte 2 del Libro 2 del Decreto Único Reglamentario del Sector Ambiente y Desarrollo Sostenible 1076 de 2015, en relación con las plantaciones forestales”).
Igualmente es importante aclarar que esta guía sólo aplica a las especies nativas, por lo que no aplica a todas las especies a especies introducidas, (según la categorización de acuerdo con su origen potencial invasor, grado de amenaza o estatus de veda ver Figura 1), por lo que a continuación se explica a cuáles aplica o no la presente guía.
Durante cientos de miles de años los productos forestales no madereros (PFNM) han sido cosechados por las poblaciones humanas, empleando distintas partes de la planta como son semillas, flores, cortezas, yemas o cogollos, frutos, hojas, raíces, así como distintos tipos de exudados dentro de los que se encuentran látex, resinas, entre otros. Todas estas partes han sido empleadas, bien sea con fines alimenticios, medicinales, ornamentales, culturales, y para construcción o elaboración de distintos utensilios personales o como elementos de caza y pesca. Actualmente ya es reconocida en buena parte del mundo la importancia que representan los productos forestales no madereros (PFNM) en los medios de vida rurales y especialmente en los países más pobres.
Título 3
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